Cuando llega el momento de llevar al gato a la clínica veterinaria no se le puede manejar como a un perro pequeño. A los gatos no les gusta salir de su entorno familiar por lo que sacarles de casa, viajar en coche y que unos extraños le toquen, supone una situación estresante.
La manera más segura de trasladar a un gato es en el interior de un transportín, se deben evitar las cajas de cartón y nunca debe viajar suelto en el interior del coche.
Muchos gatos huyen y se esconden cuando ven el transportin, esto es por que no les resulta familiar y lo asocian a malas experiencias anteriores. Se sentirá menos asustado si el transportín huele a algo familiar, su mantita o una prenda que el propietario halla usado puede tranquilizarle.
Poner a disposición del gato el transportín como parte del mobiliario habitual permitirá que explore su interior, se esconda en él y hasta echar alguna siesta si se sitúa en sus lugares de descanso favoritos y resultará mas sencillo cuando se quiera utilizar.
En todo momento hay que hablar con un tono de voz suave y no mostrar tensión ya que nuestro nerviosismo hará que se muestre desconfiado.
Llamar a la clínica para pedir cita o informarse cuando es el momento del día en el que no está previsto que coincidan con perros así como comentar el motivo de la consulta, facilitará que puedan atender al gato sin esperas y que tengan preparadas las posibles pruebas y tratamientos que pueda necesitar. El veterinario, si ya conoce al gato, podrá sugerir algún fármaco ansiolítico para administrar un par de días antes de la visita prevista, en caso de vacunaciones y revisiones que no sean de urgencia.
Clínica Veterinaria Recatelo * Lugo